"Jamás puedes cruzar el mismo río 2 veces"

Frase del último libro que me estoy leyendo y que no me ha dejado indiferente.
Nunca existe una segunda oportunidad, las primeras veces como la propia palabra indica, sólo se presentan una vez en la vida, y hay que saber aprovecharlas.

La última oportunidad

La última oportunidad
Hace 11 meses de aquel fatídico día para mí. Un día de incertidumbre y malas vibraciones que finalmente se vió traducido en el inicio de una de mis peores épocas.

Entonces sólo pedí una última oportunidad, quería ver si de verdad era un final o no, si se podía continuar o no. Me negaste aquella última oportunidad, y toda nuestra historia se vió manchada gracias a una actitud infantil llena de dudas de última hora.

Meses después soy yo la que se arma de valor para darte esa última oportunidad, a pesar del sufrimiento casi pasado. Me vuelvo a meter de cabeza en esto con muchísimo miedo, no podía permitirme volver a pasar dos veces por el mismo infierno, pero me decidí a ello. No podía volver a sufrir por la misma causa, pero tampoco me podía permitir no intentarlo una última vez, no quería quedarme sin saber si podía o no funcionar, a pesar de todas las palabras en contra y del apoyo nulo. Las condiciones entonces fueron duras, muy duras, pero no voy a volver a abrir mi corazón para que me lo pisen. Me he vuelto egoísta y precavida, desconfiada y poco dada a mostrar mis sentimientos, algo fría y exigente, pero mi nueva condición se debe al dolor.

La cosa empezó muy bien, mejor que bien en realidad, sólo había un punto que fallaba, precisamente el que yo más necesitaba: tiempo para los dos, tiempo donde sólo importaran los sentimientos y nosotros, sin nadie más. Las promesas al respecto no se han cumplido y la paciencia tiene un límite.

Es posible que vuelva a caerme, y entonces esucharé muchas veces aquello de "ya te lo decía", pero ya dicen que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra (yo incluso más), y ahora no me quedarán dudas al respecto. He vuelto a intentarlo tal y cómo me pedía mi corazón y cuando me caiga no me haré tanto daño porque ya no caeré de las nubes. Lo pasaré mal, pero me sentiré orgullosa de haberlo intentado.

Y es que hay veces que con el amor que se siente no es suficiente. Ese amor hay que demostrarlo, no sólo mencionarlo. Y yo también lo he hecho mal, ya lo sé, pero el que avisa no es traidor, y cuando digo algo es por algún motivo.

La oportunidad está llegando a su final...

Con los 5 sentidos

Con los 5 sentidos
TACTO
No quiero perder la sensación de caminar descalza sobre la arena de la playa mientras las olas acarician mis pies, ni tampoco quiero dejar de sentir el césped mojado de rocio. Tampoco puedo permitirme el no acariciarte más, ni sentir tu carita recién afeitada. En ese momento sólo puedo poner mi cara pegada a la tuya.

OÍDO
No imagino no volver a escuchar una risa, una canción, un suspiro o el sonido de los pájaros en mi ventana. Ni tampoco el sonido de tu voz en mi oído susurrando un te quiero.

VISTA
Me resulta imposible perder el color de unos ojos, unas pequitas en un rostro y cada recoveco de tí que pueda mirar en una tarde de sol o lluvia. Quiero aprenderme de memoria todas y cada una de tus sonrisas, tus arrugas cuando te enfadas o tus caras graciosas para hacerme reir.

OLFATO
Dejar de sentir tu olor tras una ducha juntos, o perder la sensación del suavizante en unas sábanas recién puestas. No quiero dejar de oler mis manos después de haberte acariciado. Me gusta llevarme tu olor conmigo.

GUSTO
Un rico postre hecho con mis propias manos o las de mi madre, exquisitos platos preparados con todo el amor del mundo, un helado compartido, saborearte. No sería un modo completo de conocerte si no pudiera aprovecharme de mi gusto.

Porque yo quiero conocerte al completo, quiero sentirte, oirte, verte, olerte y saborearte. Porque quiero conocerte con mis 5 sentidos, porque te quiero con todos ellos.

=)

=)
Sé que últimamente estoy menos tiempo por el mundillo del blog (tanto por mi rinconcito como por los vuestros) pero el exceso de faena me deja menos tiempo libre para invertirlo aquí.

El caso es que no quería dejar pasar más días sin agradeceros a todos que mis post tengan comentarios, que me sigáis aún sin comentar nada, que me leáis sin más, que las visitas pasen de 10.000 y que gastéis un poquito de vuestro tiempo en mi blog. GRACIAS, de verdad de la buena.

Éste blog fue creado a raíz de una mala experiencia que quería dejar atrás y así encontrar la felicidad escondida, como ya expliqué en mis inicios, y tengo que deciros que cada día encuentro un pedacito de esas felicidad gracias a vosotros. He conocido gente maravillosa, he visitado blogs muy buenos, y me habéis dejado consejos magníficos. Gracias de corazón, no creía que iba a llegar tan lejos, porque incluso pensaba que éste sería un blog que desaparecería pronto, pero no, voy a seguir por aquí, voy a seguir buscando y os agradezco que me acompañéis en esa búsqueda.

Trocitos de mi infancia

Trocitos de mi infancia
Cuando estoy melancólica siempre me acuerdo de mi época de nena pequeña, pero ahora sin querer estoy recordando momentos que habían estado escondidos en mi cabeza.

Mi madre ha querido hacer limpieza de trastero y mis dibujos y fichas de preescolar y muchos juguetes han vuelto a caer en mis manos de nuevo, y han traído con ellos infinidad de recuerdos que me hacen esbozar una sonrisa. De hecho, mi frase más repetida estas últimas tardes ha sido un: "Ohh!!".

¿Cómo es posible que hiciera unos dibujos tan cutres y me parecieran geniales? He visto un dibujillo que hice de Pocahontas y el cuerpo tenía un pase (incluso estaba muy bien proporcionado) pero la cara era todo un poema, parecía que la tenía hinchada porque los ojos, la boca y la nariz eran minúsculos. Mientras que en otros dibujos de nenas y princesitas (si, tuve mi época de rosa y princesas, lo reconozco) los ojos que les pintaba no les cabían en la cara. Tenía un problema con las caras, suerte que con el tiempo ha mejorado (aunque con los retratos sigo sin atreverme). Lo que me maravilla es que desde bien pequeñita aprendí a no salirme de la raya, respetaba los dibujos un montón y además siempre hacía los dibujos bien centrados.

Tenía una letra enoooorme y los trabajos de primaria que parecían super elaborados y larguísimos, en realidad eran por la pedazo de letra.

El otro tema han sido los juguetes y los cuentos. Tengo mogollón de cuentos super bonitos que ya he dejado en una caja para cuando sea mamá (aun tiene que pasar muuucho) pero me ha venido una imagen preciosa cuando he imaginado darles mis cuentos a mis futuros nenes. Y ya el remate ha sido cuando he visto mis puzzles y las cintas de cassette de canciones infantiles. Todavía me acuerdo de las letras. Es alucinante.

Tengo que decirlo, me ha encantado volver a recordar los momentos que he pasado dibujando, cantando, jugando y haciendo puzzles con mi madre en la mayoría de las ocasiones. He tenido mucha suerte, porque siempre ha tenido tiempo para mí y eso es algo que nunca voy a olvidar y que quiero hacer llegar a mis peques.

Ya lo decía el pulpo...

...Paul eligió España, y España está en la final del Mundial.

Me he resistido a escribir un post acerca del Mundial, los que me conocéis sabéis que no soy amiga incondicional del fútbol, de hecho no me gusta verlo especialmente, prefiero jugar. De cría estuve en el equipo femenino de mi instituto y la verdad que no nos fue mal. Me encantaba defender, todo el mundo quería ser delantero para marcar pero yo disfrutaba en la retaguardia. Qué tiempos... al final, el poco tiempo y la disolución del equipo frenaron mi vida futbolística. Ni un pelotazo en pleno ojo, que me hizo llegar a casa con un señor moratón, que mis pobres padres pensaban que me habían pegado una paliza o algo, me quitaron las ganas de seguir adelante. En fin.

El caso es que como decía hay partidos que merecen la pena, y ocasiones especiales en las que aunque no te entusiasme el fútbol, disfrutas de él. Personalmente puedo decir que los partidos de la selección me gustan, y aunque me ha costado pillar el porqué de un fuera de juego (volvía loca a mi padre hace unos años cuando pitaban y no entendía el motivo), y otras muchas cosas no las entiendo como debería, me implico bastante, e incluso noto como el corazón se me acelera un poquito cuando se acercan a nuestra porteria, y también grito de alegría cuando marcamos.

De este mundial definitivamente me quedo con Casillas, está haciendo unos partidos geniales y nos ha salvado en muchas ocasiones. No es que entienda especialmente del tema como ya he dicho, pero bajo mi punto de vista la verdad que ha habido momentos en que nos merecíamos volver a casa, porque el exceso de confianza no es bueno (ni para el fútbol ni para nada), pero a pesar de todo (incluído el arbitraje que está siendo pésimo) estamos en la final y al fin y al cabo hace ilusión. El domingo finaliza el Mundial y aunque ahora me pegue un año sin ver un partido, el del domingo no me lo quita nadie, porque son momentos en que parece que somos uno, eso de que haya algo que una a la gente siempre es algo que merece la pena, y mucho más cuando se pasa bien.

Pero el partido de hoy se lo debemos al pulpo Paul :)