Sigo aquí

Sigo aquí
Aunque parezca que estoy desaparecida en combate, aún sigo aquí. Sé que actualizo muy poquito (de hecho me he asustado al ver que ha cambiado el estilo de blogger para publicar) y también tengo vuestros rincones algo abandonados, pero voy leyendo cuando tengo tiempo aunque no comente. 

Abril ha pasado sin pena ni gloria, comenzó de vacaciones pero con tristeza, y ha ido trascurriendo con pasas y virus diversos para terminar con una muela del juicio puñetera que ahora no me deja comer.

Mañana comienza Mayo, esperemos que sea mejor que estos últimos meses.

PD: Llevo alguna que otra idea en mente para ponerme a escribir, pero a parte de que no consigo arrancar, el tiempo me falta mucho, así que a ver cómo van las cosas.

Me hago colección

Me hago colección
De virus, pasas y tooooodo lo que circula por el ambiente. Creo que este año he cogido más resfriados y catarros que en toda mi vida juntos, y eso que estoy vacunada, pero ni por esas. De todas maneras ya dicen que el primer año de trabajar con niños, lo coges todo (y así está siendo), espero inmunizarme para los siguientes, porque yo otro año así no lo aguanto!!!

Deseos de cosas imposibles

Deseos de cosas imposibles
Termina la jornada laboral por hoy, no diré de la semana porque me toca currar todo el finde, pero mejor, porque así tendré la cabeza ocupada.
Una hora de coche que se hace eterna. Meriendo un poco y charlo con mi madre de cómo ha ido el día. La verdad, que no me puedo quejar. Pero aún así no estoy contenta. Me siento sin ganas, apática, otra de mis rachas malas.

Dirijo mis pasos a mi cuarto, cojo el pijama y me voy a la ducha. Mientras me quito el chandal del cole, abro el grifo. Agua caliente, muy caliente, hoy no me importa quemarme. Entro en la ducha y dejo que el agua me moje el pelo, que se queda pegado a mi espalda. Cierro los ojos y ya no lucho por contener las lágrimas que se mezclan con el agua. Saldré de la ducha con los ojos rojos pero siempre puedo decir que es por culpa del jabón. Deseo que cada gota de agua caliente que me toca, atraviese mi piel, llegue a lo más profundo de mi corazón y se lleve todos los miedos, esa sensación de soledad, el dolor y los malos pensamientos. Pero el agua continúa resbalando. Salgo de la ducha, me pongo el pijama y ahora ya me puedo ir a dormir esperando que el día de mañana sea mejor. Buenas noches.