¿A qué huele?

¿A qué huele?
Al lado de mi aula cuento con un cuarto pequeñito para hacer las tutorías y también para guardar algo de material. Además, es el cuartito que emplea la profe de audición y lenguaje del cole para hacer alguna sesión con los niños de infantil. La verdad que los primeros días me chocaba que apareciera gente por mi clase para llegar al cuartito pero ahora estoy acostumbrada (y los niños también).

Fue el otro día cuando la profe se llevo a unos niños a la clase, y encendió una cerilla para llevar a cabo algún ejercicio de soplar. Una de mis niñas vino corriendo y me dijo: "Huele a fuego" (ya la construcción se me hizo rara, porque se suele decir que huele a quemado, no a fuego, de hecho, ¿a qué huele el fuego?) y me asusté. Por suerte, me di cuenta de que había luz en el cuartito y pensé que habría sido cosa de la profe. Efectivamente, al rato salió un niño para tirar la cerilla en la papelera de mi clase, y el olor a quemado se intensificó. Ahí fue cuando uno de mis peques dijo: "Huele a costillas". 
Me partí de risa, ese ejercicio de asociación de olores me dejó sin palabras.

Alergias

Alergias
Sigo recogiendo grandes momentos en mi clase. El último fue al volver de vacaciones. 

Uno de mis peques tiene problemillas de alergia y le estaban haciendo pruebas. Nos estuvo contando en que consisten las pruebas y al final nos dijo las cositas a las que era alérgico (decir que me sentí muy identificada cuando nombró el perro, el gato, y alguna cosa más) y finalizó su relato diciendo que le daban alergia "los que tenían el pelo largo" (refiriéndose a animales). Pero entonces una de mis niñas comentó en voz alta: "Menos mal que yo tengo el pelo corto".

Casi me muero de la risa. Me encanta trabajar con niños. Estas salidas son lo más.

Propósitos de nuevo año

Propósitos de nuevo año
Hace unos años tenía la costumbre de hacer una lista de propósitos (con más o menos cosas a tener en cuenta) pero ya llevo un par de años que me doy cuenta de que rara vez los cumplo, así que realmente es una tontería el seguir haciéndola. 

Pero si que es verdad, que aunque no me haga lista como tal, si que cuando llega enero, me pongo a pensar en alguna cosilla que me gustaría hacer, algo de mi vida que no acabe de cuadrarme y me gustaría cambiar. Por ejemplo el año pasado me propuse varias cosas y sólo saqué una adelante, pero bien orgullosa que estoy de poder decir que ya tengo mi B2 en inglés.

Este año quiero aprender a utilizar la cámara reflex en condiciones (soy gafe, cada vez que hay un curso, tengo algo ineludible que no me permite ponerme con mi querida cámara. También quiero iniciarme en la filosofía DIY y el Scrap (me llamaba mucho la atención y por fin he empezado a comprarme cositas). Seguiré haciendo algo de inglés para no olvidar y para no perder el poco oído que he hecho.Ya puestos también me gustaría cambiar mi vagancia y lo desordenada que me he vuelto. Con eso ya estaría contenta (y mi madre también). Sé que puede parecer poca cosa, pero para decir cosas que luego no voy a hacer, pues como que no. 


A final de año, haremos balance :)

Volvemos a la rutina

Oficialmente aún no os he deseado feliz año, así que: FELIZ AÑO A TODOS.
Cumplidos los formalismos os voy a contar un poco estas vacaciones, a ver si así me hago a la idea de que ya terminan y mañana toca volver a madrugar.

Para no faltar a la tradición, estas vacaciones me propuse hacer muuuuuchas cosas y para no variar, no he hecho ni la mitad. Lo que si he hecho: dormir mucho (y más que hubiera querido), me ha dado tiempo de volver a leer , he disfrutado de la familia y de los amigos y he puesto en orden algo de faena (lo que menos).

Como cosillas a destacar, un día repostero con mi grupo de amigas haciendo cup-cakes: 7 tías en una cocina que espantaron al novio de la dueña de la casa y que acabaron el día con 6 preciosos (y deliciosos) cup-cakes en una cajita, que no duraron nada al llegar a casa. Y para que veáis que no miento, que de verdad eran una monada, os voy a enseñar una foto.


También estuvo muy bien una cena con los compis de trabajo del verano, (eran las doce de la noche que nos servían la cena, vamos que yo el día de nochevieja cené dos veces). Se nos hizo la noche corta, a pesar de llegar a casa a las mil, de no haber nada abierto y de estar helándonos de frío, pero ya se sabe que la buena compañía es lo que tiene.

Y como remate, la nochevieja 2014 que fue genial. Hacía años que no lo pasaba tan bien, aunque he de admitir que el día 1 no fui persona y me pasé el día en la cama. Me hago mayor. 

Ahora me encuentro con un señor catarro (el primero del año, no se ha hecho de rogar) y creo que mañana vuelvo a trabajar, que ya tengo ganas de ver a mis nenes y ver qué tal han pasado las vacaciones. Y digo creo, porque espero que la mujer a la que sustituyo haya renovado la baja... Veremos qué pasa. Feliz vuelta a la rutina.